Canadá es el mayor productor de langosta del mundo. Desde Nueva Escocia hasta Quebec, pasando por la Isla del Príncipe Eduardo, la industria canadiense de la langosta es un importante motor económico y un motivo de orgullo para cientos de comunidades costeras.
La industria comercial de la langosta en Canadá se remonta al siglo XIX, cuando los avances en la tecnología pesquera y el transporte permitieron exportar langosta a mercados más allá de las comunidades locales. Las primeras conserveras de langosta se establecieron en el siglo XIX y, a finales de ese siglo, la industria se había convertido en un importante motor económico para provincias como Nueva Escocia, Nuevo Brunswick y la Isla del Príncipe Eduardo. Sin embargo, la langosta no se consideró un lujo hasta después de la Primera Guerra Mundial.
En 2023, Canadá exportó 180 325 000 libras de langosta por valor de 2 460 millones de dólares a 80 países. Entre 2018 y 2023, las exportaciones de langosta han superado los 14.800 millones de dólares, y la langosta es la principal exportación de marisco de Canadá.
Con generaciones de experiencia, la industria canadiense de la langosta emplea a unos 25.000 recolectores en cinco provincias y a unos 15.000 trabajadores del sector costero: unas 40.000 personas en cientos de comunidades costeras, principalmente rurales. El sector también da apoyo a otras empresas, como constructoras de embarcaciones, fabricantes de equipos, empresas de transporte y logística, lo que aumenta significativamente esa cifra de 40.000, convirtiéndolo en un sector robusto en múltiples frentes.
Captura y gestión sostenibles de la langosta
Como en cualquier pesquería comercial, la gestión de las poblaciones de peces es siempre una preocupación. En el caso de la pesca de langosta, la previsión de centrarse en la gestión y la conservación se remonta a cuando la industria empezó a crecer en el siglo XIX. Según el Museo de la Pesca del Atlántico, "En 1871, el gobierno introdujo normativas sobre las langostas 'berried' (portadoras de huevos), el tamaño de las langostas y las langostas de caparazón blando que se capturaban".
El Ministerio de Pesca y Océanos de Canadá colabora con el sector para establecer normativas, prácticas y métodos de conservación que garanticen la salud y estabilidad de la población de langosta en el presente y en el futuro. Además de vigilar y hacer cumplir la normativa pesquera y las condiciones de concesión de licencias, se realizan otros esfuerzos de conservación y gestión:
- Aplicación de los límites de talla y capturas
- Utilizar trampas biodegradables que permitan escapar a las langostas de talla inferior a la reglamentaria.
- Gestión de vedas estacionales y temporadas de pesca escalonadas
- Fijación de límites de licencias y trampas
- Proteger a las hembras que ponen huevos
Esto ha dado lugar a que "el 97% de las langostas canadienses procedan de pesquerías certificadas independientemente por el Marine Stewardship Council, que garantiza la sostenibilidad y trazabilidad de las langostas canadienses", según el sitio web de The Lobster Council of Canada.
Innovación técnica en la industria de la langosta
Dado lo lucrativa que es la industria de la langosta, no es de extrañar que se desarrollen continuamente nuevas tecnologías para ayudar a apoyar y fortalecer el sector.
Un buen ejemplo son los cuadernos diarios de pesca electrónicos (ELOGS), que pronto sustituirán a los de papel en Canadá. Los ELOGS agilizan el proceso de notificación de capturas y reducen la probabilidad de errores y retrasos asociados a los métodos manuales de notificación. Junto con otras nuevas tecnologías, innovaciones como ELOGS dan a los organismos reguladores acceso a información en tiempo real sobre las poblaciones de peces, lo que permite tomar decisiones y asignar recursos con conocimiento de causa, lo que ayuda a minimizar el riesgo de sobrepesca y garantiza prácticas sostenibles. Otras innovaciones son la tecnología que ayuda a rastrear y recuperar artes fantasma y la posibilidad de que la flota pase a utilizar embarcaciones eléctricas en lugar de diésel.
Cuando se le pregunta por la innovación en el sector, Geoff Irvine, Director Ejecutivo del Consejo de la Langosta de Canadá, afirma: "Dado el ritmo de cambio del mercado internacional de proteínas, el sector de la langosta está a la cabeza con avances significativos desde la almadraba hasta la mesa. Los pescadores de langosta están probando una nueva tecnología de trampas que ayuda a reducir el número de líneas verticales en el agua y disminuye la resistencia a la rotura de la cuerda necesaria. También se están comprometiendo con la tecnología de recopilación de datos para guardar y compartir más fácilmente los datos de los desembarques con los organismos reguladores y sus organizaciones. En el sector costero, los compradores y distribuidores están utilizando soluciones que les ayudan a controlar la temperatura y la calidad del agua y a conocer mejor el estado biológico de la langosta que almacenan y venden. Los procesadores están probando productos que proporcionan una conservación segura y más prolongada de la carne de langosta, y los transportistas de langosta viva están utilizando software de trazabilidad para ayudar a satisfacer los requisitos internacionales."
El cambio climático y la industria de la langosta
La ciencia parece dividida sobre el grado en que el calentamiento de los océanos y el cambio climático afectarán a la industria canadiense de la langosta. Según algunas investigaciones, el riesgo de que las langostas se vean afectadas por el cambio climático es de bajo a moderado , mientras que otras afirman que el aumento de las emisiones pone en peligro al sector. En cualquier caso, el impacto del cambio climático exigirá una investigación continua, colaboración y la aplicación de estrategias de conservación innovadoras para que el sector siga prosperando.
Algunas de esas estrategias e investigaciones ya están en marcha, como el proyecto Lobster Food File del Springboard Atlantic y la Agencia de Oportunidades del Atlántico Canadiense, que pone en contacto al sector con los investigadores para formar proyectos de investigación, como la búsqueda de mejores cebos para la langosta y el análisis de los datos de las pesquerías de langosta para orientar la comercialización. El Springboard Atlantic también cuenta con un Centro de Calidad de la Langosta para ayudar a proteger al sector del cambio climático.
La DFO también ha expedido recientemente nuevas licencias exploratorias para la langosta en las zonas desfavorecidas 18 y 19 de Quebec, con el fin de explorar nuevas oportunidades económicas que beneficien a las comunidades costeras en zonas donde la población de langosta está aumentando, debido potencialmente al cambio climático.
El futuro de la industria canadiense de la langosta
El sector canadiense de la langosta está arraigado en la tradición y tiene visión de futuro, por lo que está bien posicionado para adaptarse a los retos futuros equilibrando las demandas del mercado con la necesidad de una gestión ecológica a largo plazo. Mediante la investigación, la colaboración y la adopción de tecnologías de vanguardia, el sector puede afrontar retos como el cambio climático y garantizar la salud actual y futura de la población de langosta y de las comunidades costeras en las que prospera.
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